Carnes

Carne al toro

23:31




No sé si lo he dicho ya pero mi madre era una grandísima cocinera. Era famosa entre vecinxs y amigxs y su fama era más que merecida.

Hay platos que vinculo a ella por varias razones y uno de ellos es el que he cocinado hoy, carne al toro. Tengo que decir que la receta que voy a dejar aquí hoy no es exactamente la de mi madre, por lo que parece, soy incapaz de seguir una receta al pie de la letra, siempre hago algún cambio pero, a mi modo de ver, ese es el arte de cocinar: tomas una receta y la haces tuya.

Supongo que ya sabes que la carne que se utiliza es de ternera, no de toro, y que debe su nombre, se supone, a lo picante que resulta el plato. Aunque yo creo que también se debe al color rojo que le da el tomate.

En fin, que vamos a empezar por el principio.

INGREDIENTES:

- 500 g de carne de ternera.
- Un chorro de aceite de oliva.
- Una cebolla.
- Un par de dientes de ajo (yo prefiero usar tres o cuatro dientes de ajos negros).
- Una hoja de laurel.
- Especias de caracoles.
- Sal y pimienta.
- Vino blanco.
- Caldo blanco (caldo de pollo).
- Tomate frito.

PARA LA GUARNICIÓN:

- Cuatro o cinco patatas pequeñitas.
- Un cucharada de mantequilla.
- Un chorrito de nata (crema de leche).
- Sal y pimienta.

PREPARACIÓN:

Picar la cebolla y el ajo lo más fino que puedas. Poner en la olla al fuego el chorro de aceite con la cebolla, el ajo y el laurel.

Esperar a que la cebolla esté pochada (es cuando está translúcida) y añadir la carne cortada en trozos. Yo la corto en trozos pequeños porque los prefiero así (influencia de mi madre) y eso hace que tarde menos en cocinarse. Pero es una opción, los trozos más grandes tardarán más pero también están bien si lo prefieres de ese modo.

Sellar la carne, es decir, cocinar hasta que deje de estar roja por fuera.


Mientras tanto, poner en el mortero las especias de caracoles con un poco de sal y pimienta. Puedes poner una cucharadita (tsp) si no te gusta demasiado picante. Yo puse una y media (resultó bastante picante). Majar (esa palabra me recuerda a mi abuela) hasta triturar las especias. También puedes comprar las especias molidas.



Una vez que la carne esté sellada, añade las especias, el vino blanco y el caldo de pollo (la receta original no lleva el caldo, solo el vino). Yo puse alrededor de 250 ml de vino y algo menos de caldo. Cocinar a fuego lento hasta que la carne esté tierna. Dependiendo del tamaño de los trozos, eso podría variar de 40 a 90 minutos. Hacerlo a fuego lento es fundamental para que la carne esté tierna, si no, se evaporará el líquido antes de que la carne esté lista.

Mientras tanto, podemos preparar la guarnición. Tradicionalmente, la carne al toro se acompaña de patatas fritas pero no me apetecían así que decidí una variante.

Tenía patatas pequeñitas para hacer papas aliñás así que asé unas cuantas en el microondas. Antes de cocinarlas, hacer cortes en la piel para que luego resulte más fácil pelarlas. Las puse cinco minutos a máxima potencia, luego les di la vuelta y las dejé otros cinco minutos. De nuevo, el tiempo dependerá del tamaño de las patatas.

Entretanto, poner a calentar el horno a 180º para poner las patatas.


Pelar las patatas y ponerlas en una fuente o plato que se pueda introducir en el horno. Salpimentar y poner un pegote de mantequilla y un chorrito de nata y remover un poco para que las patatas se impregnen. Poner al horno unos veinte o veinticinco minutos. Mezclar un poco antes de servir.

Si tienes alergia o intolerancia a la lactosa, puedes sustituir la mantequilla por una sin lactosa y la nata por un chorrito de leche de arroz o de almendras.

Cuando la carne esté tierna, prácticamente habrá desaparecido el líquido. Ese es el momento para añadir el tomate frito. Puede ser casero o de bote de tu marca de preferencia. Dejar unos minutos más al fuego y ya puedes servir.



Si, como yo, has utilizado ajo negro, el resultado será más oscuro que el rojo de la receta original.

Una cosa más que vale para esta receta como para cualquier otra y que parece una perogrullada: cuanto mejor sea la calidad de la materia prima, mejor será el resultado. Yo nunca uso vino de tetrabrick o de esos que en la etiqueta pone «para guisar» (de nuevo, influencia de mi madre); si no te lo beberías, no lo uses para guisar. No te digo que te gastes 30,00€ en una botella de vino para la comida pero sí que utilices uno que te beberías.

De nuevo una receta riquísima (tradicional) y sin gluten. Espero que te guste.


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