Ya publiqué la receta de las pastas de leche condensada en una ocasión según las había hecho yo. Lo cierto es que la receta original es sin gluten porque se hacen con maizena pero, por alguna razón, a mí no me gustaba la textura y sustituí parte de ella por harina de trigo.
Ahora quería volver a hacerlas según la receta original más por necesidad que otra cosa. Ya sabes que ando buscando recetas que pueda comer ahora que he tenido que cambiar mi dieta. Parece una tontería pero la mayoría de las cosas que cocinaba y comía tenían gluten en mayor o menor medida.
De todas formas, como lamentarse no sirve para nada, trato de ver el lado positivo y experimento con nuevos platos y con los de siempre tratando de variar su composición para que pueda tomarlos sin morir en el intento 😅.
Bueno, vamos con la receta,
Bueno, vamos con la receta,
Ingredientes:
- Una yema de huevo.
- 125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 200 gr. de leche condensada.
- 350 gr. de maizena.
Con unas varillas mezclar la yema de huevo, la mantequilla y la leche condensada. Una vez que tengas una crema homogénea, añade la maizena tamizada.
Precalienta el horno a 160ºC mientras vas dando forma a las galletas. Para ello, haz pequeñas bolas de masa y luego aplánalas con un tenedor para darle esa bonita forma que las caracteriza. Puedes, también, dejar un agujero en el centro para ponerle mermelada, fruta confitada o chocolate.
En mi horno necesitaron veinte minutos para estar listas.
Puedes añadir azúcar a la receta pero yo creo que la leche condensada ya es bastante dulce y no le puse.
Puedes añadir azúcar a la receta pero yo creo que la leche condensada ya es bastante dulce y no le puse.
Puedes conservarlas, como todas las galletas, en una lata, en un recipiente hermético e, incluso, puedes hacer bonitos paquetes y regalar a lxs amigxs.
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