Hoy un básico de la cocina Tex-Mex. Es fácil, rápido y aguanta bien en la nevera y en el congelador. Es domingo y tengo que cocinar para toda la semana si no quiero tener la tentación de comerme a mi perra cuando llego de trabajar...

Tengo que recordarte que si lo que buscas es la receta original, estás en el blog equivocado. Casi no hago recetas al pie de la letra... no sé si es un problema genético o qué pero es así. Sin embargo, eso es lo grande de la cocina, que diez personas cocinando la misma receta pueden obtener diez resultados distintos.

Cada cocinerx cocina en función de sus propias preferencias o la de sus comensales. Cuando hago espaguetis en salsa carbonara yo nunca le pongo champiñones... la receta original los lleva pero a mí no me gustan. Nunca voy a decir que mi receta es la original ni que es mejor, es la que me gusta.

Una vez dicho esto, me meto en materia. He tenido un pequeño contratiempo porque he utilizado unas hamburguesas de retinto (maravillosas) que tenía en la nevera y ha resultado demasiada carne para un solo bote de judías así que he puesto otro pero de judías blancas porque no tenía más de las rojas (que son las que lleva la receta orginal). Pero improvisar en la cocina no es nada malo, por el contrario... sueles llevarte sorpresas agradables. Vamos a ello:

INGREDIENTES:

- 750 gr de carne picada (yo he usado ternera pero puedes usar mezcla de ternera y cerdo). Para un par de platos puedes usar 250 gr.

- Dos botes de judías rojas cocidas.

- Una cebolla grande (yo le puse también un par de chalotas).

- Un par de dientes de ajo (yo le puse ajo negro).

- Un chorro de vino blanco.

- Un chorrito de aceite.

- Sal y pimienta.

- Cayena molida.

- Comino molido.

- Tomate frito.

RECETA:

Picar la cebolla en función de tus preferencias. Yo la dejo en juliana pero si no quieres encontrarte los trozos puedes picarla finamente. Picar también el ajo y poner juntos al fuego (fuerte) con un chorro de aceite y sal y pimienta hasta que la cebolla esté pochada.

Poner la carne picada salpimentada y dar unas vueltas hasta que pierda el color rosado. Añadir un chorro de vino blanco y dejar un par de minutos que se queme el alcohol. Agregar la cayena molida, bajar el fuego y dejar cocer.

Mientras tanto, poner en un escurridor las judías rojas (rojas y blancas en mi caso) para quitar el líquido del bote y enjuagar en agua limpia.

Cuando la carne haya consumido todo el líquido (tanto el vino como el jugo que haya soltado), añadir las judías y dar unas vueltas. Probar y, si es necesario, poner al punto de sal y de cayena. Yo le pongo también comino porque evita la flatulencia que provocan las judías.

Añadir tomate frito en la cantidad que prefieras (a mí no me gusta ponerle mucho) y mezclar al fuego durante un par de minutos (más que nada para que la mezcla vuelva a tomar temperatura).

El chili con carne se suele acompañar de arroz blanco, por lo que, a la vez que preparas la carne, puedes cocer un poco de arroz con sal y pimienta.

Finalmente, también puedes poner un poco de queso rallado en el plato. El queso combina muy bien con el picante.

No sé si sabes que cuando comes algo muy picante, el cerebro lo identifica como una agresión, como un dolor y, para contrarrestarlo, reacciona liberando serotonina, que es un neurotransmisor que, entre otras funciones, te hace sentirte bien.